El filme Perfume de mujer, la icónica película hollywoodense, llegó al Salón de Honor, de la mano de la Comisión de Adultos Mayores, presidida por Clementa Alegre.
Olga Da Silva fue la encargada de presentar esta función de cine, que se proyectó el domingo 26 de junio.
El argumento
La trama se desenvuelve alrededor de Charlie Simms (Chris O’Donnell), un estudiante que proviene de una familia de escasos recursos económicos, becado en una prestigiosa escuela preparatoria privada.
Con el objetivo de ganar el dinero necesario para tomar un vuelo de regreso a casa en el Día de Acción de Gracias, Charlie acepta un trabajo como acompañante de un oficial retirado del ejército de Estados Unidos: el teniente coronel Frank Slade (encarnado por Al Pacino), un amargado hombre ciego de mediana edad. El coronel le complica la vida a Charlie, obstaculizando los intentos de acercarse y ayudarle, pero al mismo tiempo le da una lección de vida. En el camino, el coronel y Charlie descubrirán que siempre pueden escoger el camino correcto para alcanzar lo que anhelan.
Un magistral filme que dejó ver las grandes cualidades de Al Pacino; sin duda, uno de los mejores actores de la historia de la cinematografía. No en balde se ganó el Premio Oscar al mejor actor, y más que merecidamente.
Resumiendo, en esta propuesta de ciclo de Tarde de Cine, una de las mejores partes fue el discurso profundo y sensible, de esos que enseñan significativamente. Porque educar a un niño o a un joven, no es hacerle aprender algo que no sabían, sino hacer de ellos alguien que no existía.
Y hay que tener cuidado sobre qué clase de líderes produce la sociedad, debiendo estos tomar el camino por el principio que conforma un carácter. La pasta de la que están hechos debe de ser integridad y valor, no vendiéndose a nada ni a nadie para comprar su futuro, el cual debemos proteger y abrazar.
Al culminar la función se llevó a cabo un breve debate, precisamente, acerca del mensaje que les dejó esta joya clásica del cine.
