Obra Teatral Caperucita Roja

Con gran convocatoria se llevó a cabo en el Salón de Honor la representación de la maravillosa historia Caperucita Roja, un clásico imperdible de la literatura universal. Esta puesta en escena estuvo a cargo del elenco de niños que asisten al Taller Zigzag, dirigido por Marta Rugel. La iniciativa tuvo lugar el 4 de diciembre, en el marco de la clausura de actividades correspondientes al año 2023.

Después de varios días de ensayos, la obra, basada tanto en la versión escrita por Charles Perrault como en la posterior de los hermanos Grimm, se presentó con total éxito ante padres, familiares y amigos.

La puesta se enriqueció con cambios constantes entre música y efectos sonoros, otorgándole dinamismo y agilidad a la narración. Los pequeños actores se transformaron en Caperucitas Rojas, la madre de Caperucita, el lobo feroz, flores de diversos colores, los leñadores, la abuelita y hasta abejitas. “Trabajamos en la parte literaria, donde cada niño manifestó el sentir de su personaje, y así fuimos armando el cuento”, señaló Marta.  

Fue un espectáculo dinámico, divertido y lleno de personajes coloridos que cautivó la mente de los más pequeños y sensibilizó a los más grandes sobre el derecho de la protección de cada niño y cada niña, ya que la obra enseña sobre la importancia de escuchar a los adultos, especialmente en temas de seguridad. También transmitió valores, como la honestidad, la amistad, la responsabilidad y el apoyo.

 

Un espacio donde expresar emociones  

 

El Club Centenario propone a los niños un espacio de libre expresión artística a través de las artes plásticas, el teatro y la poesía, con el objetivo de fomentar el pensamiento creativo, la imaginación y la inteligencia emocional. 

La coordinación general está a cargo de Marta Rugel, quien también es responsable del arte de la declamación y el teatro, y colabora con las profesoras de Artes Plásticas, Gabriela Rodríguez y Berta Rojas. 

Marta expresa que con los talleres buscan reemplazar los dispositivos electrónicos por pinceles, poesía y teatro. “Es una actividad novedosa; por un lado, realizamos pintura, y por el otro, poesía y teatro. Al terminar cada disciplina, se produce un intercambio, produciéndose así un zigzag, de ahí el nombre del taller”. 

La coordinadora general resalta la relevancia de la expresión oral como un aspecto fundamental en la comunicación, ya que estimula la memoria y la agilidad mental como parte del desarrollo integral del niño. “El arte juega un papel mediador y es un motor de la comunicación, ya que el artista, al crear, transmite sus emociones y también expresa un mensaje a través de sus obras. Además, nos hace reflexionar sobre nuestra existencia, los problemas sociales o la vida en general”. 

Por su parte, Berta afirma que el arte es comunicación, manifestación del alma. “El arte se aprecia en toda su expresión e incrementa la personalidad, las emociones y la afectividad, potenciando el lado humano, personal y social”. 

Finalmente, Marta Rugel opina que el arte es la mejor forma de educar a los niños, “porque es amor”.

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