Con rotundo éxito culminó el IX Torneo Internacional de Bridge, organizado por el Club Centenario en colaboración con la Asociación Paraguaya de Bridge. El evento deportivo se extendió durante cuatro días, desde el jueves 5 hasta el domingo 8 de octubre, y tuvo lugar en el Centro Recreativo Centenario (CRC).
Momentos previos al inicio del campeonato, conversamos con Emilia Núñez, de Uruguay, quien lleva años participando en encuentros internacionales desde la dirigencia.
Núñez comentó que el bridge está cobrando gran relevancia. “En Dinamarca, desde hace aproximadamente diez años, comenzaron a abrir escuelas de bridge dirigidas a niños a partir de los 8 años en adelante. Solamente van a aprender, independientemente de sus estudios escolares. En toda Europa, el bridge se juega muchísimo, especialmente entre los jóvenes. Incluso, varias universidades lo incorporaron en sus programas académicos como una materia con créditos. Entonces, tienen muchísimos jóvenes y es lo que ayuda a que el juego se mantenga vigente”.
Cristina Felippo juega al bridge desde hace 30 años. “Además de ser un entretenimiento, este juego te ayuda a desarrollar la paciencia y a razonar planes de acción para llegar a los resultados trazados. Otorga beneficios que pueden ser útiles en todos los aspectos de la vida. Es muy interesante no solo por la competitividad, sino también por las sorpresas que se van dando durante las partidas. No es para nada rutinario. Una mano nunca es igual a otra, siempre es diferente”.
José Contreras, un jugador con una vasta experiencia, lo describe como un desafío intelectual. “Es el ajedrez de las cartas y tiene el mismo estatus que el ajedrez, donde la empatía con el partner es primordial”, añadió.
“Es un desafío a la inteligencia”, aportó José Ríos, presidente de la Asociación Paraguaya de Bridge. “Implica tomar decisiones y repensar. Realmente es desafiante”, respaldó Cristina, coincidiendo con sus pares.
Liliana Evans, de Rosario, Argentina, compartió que siempre le gustó el bridge. “Me apasionó y empecé a tomar clases con distintos profesores”, expresó momentos antes del inicio del primer match de la mañana. Agregó que actualmente quedan pocos jugadores. “Antes éramos un montón, necesitamos que más personas se unan. En un tiempo, viajaba bastante, y en cierta ocasión, estando en Inglaterra, me llamó mucho la atención la cantidad de jóvenes que juegan. Entonces me dijeron: ‘Aquí es obligación elegir entre bridge o ajedrez’, te estoy hablando de hace muchos años. Sería interesante que se introdujera en las escuelas”, recalcó.
Victoria Nene, de Neuquén, lleva 12 años jugando. “Es apasionante y me sirve para mis neuronas”, bromeó. “Comencé a jugar solo para socializar, pero después me enamoré del juego. Todos los días, en las mismas jugadas, aparece algo diferente; esa es la sazón que tiene”.
Margarita Mojoli compartió el mismo sentimiento. “Me apasiona también. Es una satisfacción, ya que te desconectás del mundo”, expresó.
Poco a poco, los jugadores fueron ocupando sus mesas para comenzar el torneo, que culminó al mediodía. Durante este tiempo, se hizo un receso para disfrutar del almuerzo en un ambiente de confraternidad y amistad, aprovechando las vistas únicas y panorámicas que ofrece nuestro Centro Recreativo Centenario.
Posteriormente, se procedió a la entrega de trofeos a los ganadores en medio de mucha alegría, risas y aplausos. El segundo lugar en la categoría Alto Hándicap fue para la pareja conformada por Delia Centurión y Gilda Acevedo. El primer lugar en Alto Hándicap lo conquistaron Virginia Olsen y Ana María Massaro, ambas de la ciudad de Córdoba, Argentina. En la categoría con Hándicap, el segundo puesto fue para Sandra Breuer y Rosmary Abente. La entrega de trofeos prosiguió con el primer lugar con Hándicap, que obtuvieron Lourdes de Cárdenas y Mami Simón.
En la categoría Scratch, la segunda posición fue para René Villarejo y Mercedes Goroz, mientras que en el primer lugar se impusieron José Riveros y José Contreras.
Después de anunciar a los ganadores, los presentes continuaron departiendo y socializando de forma amena. El bridge, de hecho, establece reglas tácitas de sociabilidad y respeto, además de mejorar las habilidades de comunicación. A esto se suman el análisis sintético, la concentración, el pensamiento estratégico, beneficios tanto para niños como para jóvenes y adultos por igual. Por todo esto, te cursamos una invitación para acercarte y participar en las clases que se dictan en el Club Centenario, para integrarte y ampliar tu círculo social.
