Un magistral encuentro de coros vivimos en el Salón de Honor, el día jueves 20, con la participación de nueve conjuntos integrados por clubes amigos. Ante una sala llena, se escucharon diferentes composiciones musicales, entre voces femeninas y masculinas, todas con un repertorio que generó entusiasmo entre los presentes.
El presidente de nuestra institución, Eduardo María Livieres Guggiari, acompañado de la presidenta de la Comisión de Cultura, Margarita Appleyard, y de la presidenta de la Subcomisión de Cultura y Cine, Ana Martini, abrió el encuentro saludando a los asistentes y expresó que es un placer para el Club Centenario ser el anfitrión de un evento relevante. “Queremos que disfruten de una noche de cultura. Muchos coros amigos nos van a deleitar con sus músicas. Tenemos una noche importante, una noche especial para la cultura del Paraguay. Desde el Club Centenario, seguiremos impulsando, ya que estamos convencidos de que la vida humana pasa por la alegría de estas actividades. Reiterándoles nuestros más gratos sentimientos de bienvenida, comenzamos este encuentro. Muchas gracias”.
A continuación, Ana Martini agradeció la presencia del presidente de nuestra institución, quien “nos honra con su presencia”. Asimismo, mencionó a la presidenta de la Comisión de Cultura y a Reinaldo Canale, miembro de la Comisión Directiva, quien se encontraba entre los asistentes. “Es una fiesta de encuentro, de confraternidad y de recordar lo mejor que tenemos, la cultura y el canto vocal que en nuestro país se originó en el año 1539, en la Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de la Asunción. Dar, por primera vez en el año, este encuentro es fundamental para que afiancemos el canto coral y una convivencia cívica y armónica entre los que vivimos en el Paraguay”.
La presidenta de la Subcomisión de Cultura y Cine, antes de cada presentación, realizó un breve relato de las trayectorias de los grupos corales, mencionando a todos sus integrantes. El primero en subir al escenario fue el Coro Club Centenario, que se distinguió con las músicas Tiritando (Las olas y el viento), de Nono Pugliese, y Alto Paraná, de Herminio Giménez, con la dirección del maestro Enrique Álvarez. Luego subió L’Orfeo, del Centre Català de Asunción, que interpretó La nit de l’amor, de Enric Morera I Viura, y Quizás, quizás, quizás, de Osvaldo Farrés, dirigido por el profesor José Benítez.
El Grupo Coral Voces del Atardecer se destacó con Che burrito Lambaré, de Juan Carlos Moreno González y Juan Manuel Frutos Pane, bajo la dirección de José Benítez. El Coro del Club Internacional de Tenis cautivó con Cielo de ñandutíes, de Rolando Niella y Óscar Cardozo Ocampos, y Cuando miro tus ojos, del conjunto musical Mocedades, con el director Francisco Aguilar.
El Grupo Vocal de la Cooperativa Universitaria agradó al público con las canciones Vuela una lágrima, de Alberto Plaza, y Mi burrito cordobés, de Gerardo López, con la conducción de Francisco Aguilar. Hizo lo propio el Grupo Vocal Voces Libres Paraguay, con los temas La cucaracha, de Fernán Caballero y Rodríguez Morín, y Danza paraguaya, de Agustín Pío Barrios, bajo la dirección del profesor José Benítez.
Igualmente, el Coro Campus Asunción de la Universidad Católica se lució con las interpretaciones A million dreams, de Benj Pasek y Justin Paul; Don’t stop believin’, de Jonathan Cain, Steve Perry y Neal Schon, con el director Néstor Arévalos.
El Coro Naranja del Club Deportivo de Puerto Sajonia deleitó con los cantos Por debajo de la mesa, de Armando Manzanero, y A rodar mi vida, de Fito Páez. El broche de oro de tan magna noche estuvo a cargo del Grupo Vocal Centenario, que brilló con las canciones Oración a mi amada, de Eladio Martínez, y Ela e carioca, de Tom Jobim y Vinicius de Moraes, con la dirección del profesor Juan Arturo Allegretti.
Todas y cada una de las manifestaciones corales ofrecieron su impronta, diversidad y versatilidad cultural, su armonía, ritmo, musicalidad y alegría, ¡todo a la vez! De esta forma, el Club Centenario cumple con la promesa de nuestros fundadores, que es fomentar actividades culturales y establecer vínculos con instituciones similares nacionales y extranjeras, a partir de las facilidades recíprocas. Fielmente logradas.
