Los socios del Club Centenario vivieron momentos únicos en la noche del miércoles 27 de julio, en el Salón de Honor, donde se reunieron grandes representaciones, como el Coro de nuestra institución social que lleva, justamente, el nombre Centenario. Estuvieron además el Coro Naranja del Club Deportivo de Puerto Sajonia, Coro del Club Internacional de Tenis, Coro de la Cooperativa Universitaria, Coro Sensus Ethernus de Villarrica, Grupo Vocal Voces Libres Paraguay, el Coro del Centre Català y el Grupo Vocal Centenario.
Todos y cada uno de ellos ofrecieron un concierto magistral; guiados por sus propios directores, las agrupaciones abordaron repertorios de variadas naturalezas y entregaron valiosos aportes a la música coral.
Sabemos que en las culturas y civilizaciones el ser humano se sirvió del canto como medio de expresión. Con los conquistadores llegó a América la música coral que se cultivaba en Europa durante el siglo XVI. Se trataba principalmente de música ligada a las ceremonias litúrgicas de la Iglesia católica, y que incluía tanto el canto llano —que conocemos hoy como canto gregoriano—, así como el canto de órgano —como le llamaban los españoles a la polifonía vocal—. Para esto se formaron coros en los que participaban también indígenas a quienes se les había enseñado a cantar y leer música.
En nuestro país, igualmente, se cultivó la actividad coral. A lo largo de la historia, fueron surgiendo varios grupos, como coro de niños, juveniles, de adultos mayores, coros escolares, de educación superior, de iglesia, de residentes extranjeros, institucionales, en fin, un sinnúmero de agrupaciones como las que nos cupo recibir en la sede central y que deleitaron a los presentes junto con la nuestra durante una gran velada. También algunos directores incursionaron en el campo de los arreglos y adaptaciones para coro, como es el caso del director de orquesta Lito Barrios, quien subió al escenario de los Miércoles Culturales, dedicado al canto coral.
Los conjuntos corales, sin duda, representan verdaderos focos de irradiación cultural, son un espacio idóneo en el que cada componente, unidos en el valor de la belleza, aspira a lograr su ¡superación, excelencia y felicidad! Y lo que es mejor, repercute positiva y favorablemente en la adquisición de actitudes y aptitudes basadas en la cordialidad, tolerancia, diversión, necesarias para la convivencia en armonía. Sigamos pues, elevando el nivel, alcanzando metas superiores, con obras de autores paraguayos y de otros países.
