Charla con el Dr. Alfredo Boccia

La Comisión de Cultura, presidida por Margarita Appleyard, tuvo a su cargo la organización de la charla con el Dr. Alfredo Boccia Paz, miembro de número de la Academia Paraguaya de la Lengua Española y miembro correspondiente de la Academia de la Lengua Española, con sede en Madrid.

La presidenta de la Subcomisión de Cultura y Cine, Ana Martini, dio apertura a la disertación, para luego dar paso a Boccia, quien comenzó su alocución mencionando a Mnemósine, la madre de las musas, la más importante de todas, la musa de la memoria, la que conoce los secretos de la belleza y del saber, la justicia y la verdad. «Estaba claro para esa cultura que la memoria es una cuestión fundamental en la vida de un pueblo. La memoria es el escenario de luchas simbólicas, culturales, que permanentemente ponen en entredicho las posiciones de distintos tiempos, de cualquier historia. Durante mucho tiempo, los historiadores se han preguntado si la memoria es un don que nos permite ser mejores... eso tiene algunas consideraciones que ponen en duda cuando vemos guerras, como la de Bosnia o de Kosovo o tantas otras de generaciones anteriores, que perviven en generaciones sucesivas, o por el contrario, ¿es realmente necesario el olvido para una reconciliación humana?, ¿es posible ese olvido? Preguntas que han tenido diferentes respuestas a lo largo de la historia de la humanidad, pero muestran que la memoria y el olvido, van permanentemente de la mano».

Para Boccia, la memoria es un fenómeno complejo. No podemos vivir sin el olvido. «El olvido tiene características que no conocemos, olvidamos para sobrevivir, es necesario, pero no voluntario. Umberto Eco cuenta una experiencia muy interesante de imaginar: una habitación repleta de objetos, queremos olvidar porque son recuerdos desagradables, tristes, vergonzosos. Propone como ejercicio que agarremos cada uno de esos objetos y los tiremos por la ventana y con eso no haremos más que reforzar nuestra memoria de esos objetos».

El disertante señaló, entre otros aspectos, la importancia de lograr un equilibrio, «que no siempre se logra porque, a veces, sobre todo en los gobiernos autoritarios, se impone una parte de la memoria y se olvida otra».

Mencionó una frase de Eduardo Galeano: «Hasta que los leones tengan sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador». Y añadió: «Nos falta la historia de los leones».

Ubicándonos en la historia paraguaya, en el pasado reciente, se refirió a los 30 años de dictadura, más otros 30 años de transición y de democracia: «La narrativa histórica está muy marcada por estos sucesos que se interrumpieron de golpe en 1989 y que dieron origen a una de las experiencias políticas más bisagras y curiosas que haya conocido la humanidad; es decir, se derroca al dictador, pero el partido que mantuvo al dictador durante 35 años sigue manejando los hilos de la transición, ya en democracia y con nuevas reglas».

En otro momento de su alocución, comentó acerca de los 40 años de historia policial paraguaya, escondida en un cuartel de Lambaré.

Boccia, igualmente, habló del Archivo del Terror y la forma del cambio de escribir «nuestro pasado reciente».

¿De qué manera nos acercamos al pasado reciente? A través de la historia que es fundamental para articular o contar. Luego vienen las crónicas periodísticas, lo subjetivo, reportajes y finalmente, la dicción.

Habló de los exiliados que escribían sin temor. «La figura capital es Augusto Roa Bastos. A partir del exilio se escribe una historia del Paraguay».

El exilio marcó la literatura paraguaya, el arte, la producción musical. Elvio Romero, José Asunción Flores, Teodoro S. Mongelós, Rubén Bareiro Saguier, Augusto Roa Bastos y todos ellos coinciden en que lo bueno fue que llegaron a Buenos Aires, a una sociedad con mayor competitividad, roce y experiencias. Fuimos arrojados al exilio, pero resultó una escuela». 

Recordó una anécdota con Emilio Pérez Chaves. «En una ocasión le preguntaron: “¿Cómo es que no hay más buenos escritores, buena música, poemas?”. Su respuesta fue: “¡Y cómo va a haber si no se le exilia más a nadie!”. En realidad, la explicación está en que se escribe poco porque se lee muy poco», señaló.

El disertante también trajo a colación un escrito de Bernardo Neri Farina: «Solo el hábito de leer, transformará nuestra educación. Mientras la lectura no se extienda a escala nacional, los paraguayos seguiremos con problemas para insertarnos en este mundo cada vez más complejo, donde la precisión y claridad del habla son condiciones indispensables hasta para hacer negocio».

Sin lectura, no hay escritura... «Hay que amar la lectura... si no estudiamos, nos estudian. Se ha publicado muy poco sobre historia del Paraguay. Hace dos años, la Universidad de Buenos Aires creó una cátedra sobre Historia de la República del Paraguay, con énfasis en la historia reciente. La cantidad de publicaciones que hay en la Argentina sobre nuestro país es enorme, tan grande como la vergüenza que siento de contarles esto», expresó.

«Debemos cambiar, estimular la sana conciencia crítica, pero sobre todo utilizar esto para cultivar la libertad», concluyó Boccia, con el aplauso fuerte de todos los presentes. La conferencia tuvo lugar el jueves 12 de mayo, en el Salón Fundadores.

. . .
Comparte:

© 2024 Club Centenario.

Avda. Mariscal López Nº 2351 c/ Venezuela.

_