La Orquesta de Cateura levantó el telón de los Miércoles Culturales de nuestro Club, con un reparto excepcional. La reconocida agrupación deleitó a los socios con un programa de preciosas sinfonías. Su prestigio traspasó nuestras fronteras llevando su música y particularidad a importantes escenarios y a compartir talento con artistas de la talla del grupo Megadeth, Metallica, Toquinho, solo por citar algunos. Una de sus últimas giras llevó a la agrupación hasta Canadá. Este éxito, sin duda, se debe al intenso trabajo tanto de su director como de los músicos componentes de la Orquesta.
Cada integrante de la banda dio detalles de las composiciones de sus instrumentos, dando énfasis al reciclaje, ya que ellos encontraron una oportunidad entre las toneladas de basuras del vertedero de nuestra capital. Convirtieron latas de aceite, chapas, radiografías, tenedores y trozos de madera descartados en violines, cellos, guitarras, trompetas, tambores, violas, contrabajos, flautas, saxofones y otros instrumentos.
El encuentro se llevó a cabo el miércoles 30 de mayo en el Salón de Honor. Se escucharon sonidos clásicos como Primavera, de Vivaldi; Himno de la alegría; Libertango; Garota de Ipanema, así como también temas de los Beatles, Frank Sinatra y canciones de películas. La música paraguaya que no podía faltar. Al ritmo de Che Valle Pirayumí, Virgen Querida, Danza paraguaya, de Agustín Pío Barrios, y Cholí, de José Asunción Flores. Una explosión de inspiración y emoción hicieron sentir durante su actuación.
La Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura, dirigida por Favio Chávez, está conformada por niños, niñas, adolescentes y jóvenes de escasos recursos que viven en el Bañado Sur, en la comunidad ubicada alrededor del Vertedero Cateura de Asunción, Paraguay.
La Orquesta tiene por objetivo desarrollar un proceso de formación dirigida a niños y jóvenes que viven en condiciones precarias y en estado de vulnerabilidad, a través de la música como elemento motivador y de promoción para los niños y jóvenes, con el propósito de que estos vivan experiencias que les ayuden a aprender, a permanecer en la escuela, desarrollar su creatividad y a tener acceso a oportunidades para mejorar su futuro. Mientras tanto, a través del lema motivador: “El mundo nos manda basura y nosotros le devolvemos música”, siguen resonando en