Disfrutan al máximo de su tiempo en el escenario. Ríen y hacen reír. Con antelación a cada presentación, ellos se preparan y ensayan. Entre ensayo y ensayo, la Revista CC conversó con los standuperos Hugo León y Jorge Ratti, en esos minutos previos a subir al escenario del Centro Recreativo Centenario, en la noche del 14 de setiembre.
Hugo dice que hay una técnica y una estructura a seguir, inicialmente, para luego descontracturarse y comenzar a romper las reglas para sentirse cómodo en el escenario. «Eso se logra con la ejercitación constante», admite.
Lleva siete años haciendo stand up, aunque también se dedica a la fotografía. Como era de esperarse, comenta que siempre era «el simpático entre los amigos». De una u otra forma, sabía que tenía potencial, así que tomó un curso con Jorge Ratti y de ahí en más ya no paró. Si bien en las primeras actuaciones se «estrelló una y otra vez», con el tiempo se fue curtiendo, hasta lograr la frescura deseada y ahora cuenta «cualquier vyrorei que sucede en la calle», con la misma naturalidad con la que comentaría entre sus amigos.
Dice que «la gente debe reírse sin culpa» y expresar sus emociones. «A veces, miramos si el otro se ríe para hacer lo mismo y no, no debería ser así, hay que reír con las ganas que a uno le nace».
Jorge Ratti se suma a la entrevista. Ya lleva diez años conectándose con el público y generando contenido que incita a la carcajada. Se nutre de lo absurdo de lo cotidiano. «Demasiado mucho hay; ahora, por ejemplo, está el novio de Jessica Torres, la pelea entre los animaleros y los religiosos, el pastor de Lambaré», refiriéndose a las noticias que fueron eco por esos días.
Ratti trata de analizar con más profundidad lo que acontece y emplea el humor como vehículo para generar reflexión, crítica y opinión, aunque confiesa que en líneas generales se ríe de todo.
Disfruta más tiempo de soledad, en contacto con la naturaleza, con su familia, en Surubi’i, sin descuidar sus ocupaciones en radio y televisión. «Estoy llevando una vida más ermitaña», afirma y se despide.
Comienza el show. Diego Santacruz presenta al primer monologuista en subir: Hugo León. Luego siguió Caro Romero, después Jorge Ratti y Diego Santacruz para cerrar la actuación.
Cada uno de ellos encuentra su forma de hacer reír, sintiendo y transmitiendo la emoción detrás de cada chiste y también generando reflexión en la audiencia. Es que el humor también puede ser utilizado como una herramienta para generar debates, sin dejar de revestir de eficacia los chistes más impactantes.
