Se realizó el tradicional festejo de cumpleaños de los jóvenes con discapacidad, durante un evento que tuvo lugar el 29 de abril, en el Salón de Honor. En la ocasión, los invitados homenajearon a los cumpleañeros del mes de abril. Como siempre, la alegría fue la constante de la fiesta, que estuvo adornada con globos multicolores. Tampoco faltó la rica torta y el soplido ¡para apagar la vela!
¿Sabías que esta tradición viene de Alemania, del siglo xviii? Cuentan que por ese entonces era común una celebración llamada Kinderfest, un homenaje para un niño en el que se usaban dos velas: una que simbolizaba la luz de su vida y otra que representaba los años venideros.
Las llamas de estas velas debían estar encendidas durante todo el día y eran reemplazadas cuando se consumían. Al final de la jornada, se apagaban de un soplido. Se creía que el humo que despedían al apagarse ayudaba a trasladar a Dios el deseo que todos tenemos derecho a pedir por nuestro cumpleaños.
Existen otras hipótesis sobre el origen y el simbolismo que tiene apagar las velas durante la celebración. Lo cierto es que un cumpleaños representa un día especial, digno de festejo, ya que celebrar la vida tiene que ser parte de nuestra rutina.
Y eso es lo que hacen los jóvenes del Taller de Vida Independiente. Durante dos horas se divierten y disfrutan con música, baile y ¡muchas golosinas!
¡Feliz cumpleaños para todos ellos!
