Tuvo lugar el examen de taekwondo el jueves 7 de Abril . En la oportunidad, los profesores realizaron una valoración de habilidades, concentración y confianza de los aspirantes a cinturón negro, de acuerdo con sus capacidades, sus condiciones y características físicas.
Las evaluaciones estuvieron a cargo de los jueces Miguel Olmedo, 6.º dan; Carlos Escobar, 5.º dan; Adolfo Lailla, 5.º dan; Mauricio Benítez, 4.º dan; Denisse Mateu, 4.º dan; Rocío Galiano, 3.er dan; Sofía Sarubbi, 3.er dan; Roberto Medin, 1.er dan; y del supervisor maestro Orlando González, 7.º dan.
Los alumnos que ascendieron y recibieron esta recompensa fueron Ignacio Campos Amarilla, con promedio 5,29, probado para la categoría 1.er dan; Édgar Riquelme, promedio 5,87, 1.er dan; Luis Della Logia, 5,59, 1.er dan; Peter Salerno, 5,65, 1.er dan; María Laura Amarilla, 5,62, 4.º dan; Diego Cabañas, 5,7, 1.er dan, y Alejandro Llamosas, promedio 6, 2.º dan. Alejandro es el primer joven con discapacidad intelectual, síndrome de Down del Paraguay y Club Centenario en obtener la categoría 2.º dan. Si bien muchos llegaron a la categoría 1.er dan, Alejandro es el primero en lograr el mencionado grado. Es un joven muy activo, integrado a las actividades de nuestra institución y lleva muchos años preparándose para alcanzar sus objetivos. Sin duda, un referente y un ejemplo para todas las personas que tienen alguna discapacidad y quieren practicar taekwondo.
Finalizadas las pruebas, los atletas recibieron sus respectivos cinturones negros. Por su parte, María Laura Lailla obtuvo un certificado internacional, otorgado por la Federación Internacional de Taekwondo. Mientras que a Carlos Escobar se le otorgó una distinción por su entrega y nueva categoría de 5.º dan.
Cada grado obtenido por los deportistas representa un determinado nivel de habilidad y conocimientos, así que para los practicantes de taekwondo significa un orgullo y años de dedicación y entrenamiento, así como también buena actitud, respeto, humildad, seguridad, confianza y espíritu de superación.
Definitivamente, las artes marciales siguen evolucionando en nuestra querida entidad social, con una incesante labor de formación e inclusión, con la finalidad de sensibilizar a la sociedad, el respeto a la diferencia y el fomento de hábitos de vida saludables.
